Actualmente en el mundo del deporte existen redes organizadas para el arreglo de partidos y especialmente en el tenis se ha tenido un aumento exacerbado en los últimos diez años, por lo que se mantiene un estricto control en los partidos para evitar que este tipo de actos se lleven a cabo, por lo que las casas de apuestas como Fullreto continuarían ofreciendo este deporte en su sitio web..
Sabemos que la situación es difícil de controlar porque es un círculo en el que muchas personas se encuentran involucradas ya sea en las apuestas o el amaño de partidos de tenis, la cuales van de la mano y garantiza una forma fácil de lucrarse principalmente para cubrir necesidades de los jugadores o personas cercanas.
Un tsunami en el tenis
Lo complejo del asunto es que a pesar de la creación de la Unidad de integridad del tenis y los estrictos controles de la Asociación de tenistas profesionales pareciera que la efectividad del programa tiene situaciones comprometedoras al detener la corrupción en el deporte blanco.
Debido a los casos recientes que forman parte de esta temporada se encuentra en estudio regionalizar los torneos para que así los jugadores eviten sufrir presiones económicas que los lleven a cometer delitos, como por ejemplo, el suceso con el argentino Patricio Heras, quien ha sido culpado por amañar un partido en septiembre de 2015 en Colombia, por lo que recibe un sanción de cinco años y 25000 $ y puede ser reducida a tres años con el compromiso de no cometer más infracciones.
Este caso es el tercero para Argentina en el año 2018, antes fue suspendido el tenista Nicolás Kicker por seis años y una multa de igual magnitud que Eras, asimismo Federico Coria fue suspendido por ocho meses y 10000 $ de multa por no colaborar en las investigaciones de arreglo de partidos ocurridos en el año 2015.
Sin embargo también hubo noticias sobre los italianos Potito Starace y Daniele Bracciali y el guatemalteco Christopher Díaz Figueroa, todos recibieron sanciones por amañar partidos.
El tsunami de arreglos de tenis es una espiral complicada porque las personas que se benefician de estas actividades no dejarán de hacerlo por los grandes bonos que reciben, de una u otra forma los jugadores y los árbitros se ven comprometidos a caer en este tipo de situaciones debido al chantaje o urgencias económicas.
Antes de establecer tantos controles hay que materializar opciones para los involucrados porque las apuesta y los arreglos muchas veces van juntos, si bien es conocido que un jugador con buen record puede perder el primer set para luego repuntar en el último y así subir las apuestas, pues se muestran ambos delitos en un solo partido.
El uso de medios informáticos es el peor enemigo, en vista de lo rápido que se divulga la información dentro de la organización delictiva. Además el uso de intermediarios es interminable para llegar a los jugadores y así seguir operando dentro del deporte.
Esta información viaja en segundos y en ese escaso tiempo es que se generan las ganancias que hacen el negocio tan lucrativo para estas organizaciones. Si un jugador cae una vez en este chantaje se ve expuesto a volver a caer en cualquier momento debido a que conocen algún punto de debilidad que lo llevó aceptar tal hecho.
También existen los deportistas frágiles que obtienen un beneficio del chantaje por cubrir costos de viajes a los torneos o cualquier frivolidad, por lo que casi aceptan la corrupción porque les gusta el riesgo o no ven ninguno al realizar tal acto.
Con este incremento de escándalos y casos expuestos poco a poco se va perdiendo la credibilidad de la disciplina por lo que precisamente se quiere evitar males mayores y que el espectador disfrute de un torneo donde salgan victoriosos los jugadores más talentosos.